123 de las primeras 126 universidades de los EEUU fueron fundadas por Cristianos. Un interesante origen para quienes hoy en día son el hervidero del ateísmo marxista post-moderno en ese país.
La Universidad de Chicago no fue una excepción, pues fue fundada por un grupo de Iglesias Bautistas bajo el paráguas de la benéfica American Baptist Education Society, gracias principalmente a una donación del magnate petrolero y filántropo John D. Rockefeller, y fue constituida finalmente en 1890. William Rainey Harper se convirtió en el primer presidente de la universidad, en 1891, y las primeras clases tuvieron lugar en 1892.
Es una de las Universidades de mayor prestigio por haber graduado a 82 Premios Nobeles y por ser el seno de investigaciones que han cambiado para siempre la historia de la ciencia, por dar sólo un ejemplo gracias a investigaciones de la Universidad llevaron a la creación del primer reactor nuclear autosuficiente, dirigidos por Enrico Fermi.
En Economía los aportes son inmensos, por solamente hablar de que esta Universidad fue el origen de “La Escuela de Chicago” famosa por Milton Friedman y “el MIlagro Chileno”.
Un Rector que Impuso un RIGUROSO y atrevido Plan de Estudios
El quinto rector de esta universidad fue el rector Robert Hutchins, quien ocupó dicho cargo durante 24 años, cuando fue seleccionado como rector de la Universidad de Chicago en 1929, impuso un nuevo proyecto de educación conocido como EL PLAN DE CHICAGO, una de las condiciones de este proyecto educativo consistía en que durante los años de su licenciatura, todos los estudiantes tenían que leer 100 literaturas clásicas occidentales bajo el eslogan de “Educación para la Libertad“.
Robert M. Hutchins decidió ser educador, aunque su padre y su abuelo eran ministros presbiterianos, tenía tan sólo 30 años cuando recibió la responsabilidad de ser rector de la universidad a inicios de lo que sería La Gran Depresión. Pese a su corta edad, sus estudios eran muy integrales, era un gran pensador, escritor y orador.

Cuándo presentó “El Plan de Chicago” sabría que no sería fácil, en ese momento, los estudiantes quedaron asustados por la magnitud del proyecto. ¿Cómo es posible que además de todo lo que tenían que estudiar para poder obtener un título además tenían que sacar tiempo extra para leer 100 aburridos volúmenes clásicos?, todos sabemos que las literaturas clásicas no son libros sencillos, hay que desmenuzarlos, con calma y mucho trabajo mental. Son libros complejos, con lenguajes complicados, de contenido etéreo, llenos de filosofía, teología y transcendentalismo… y usualmente bastante largos.
No solamente los estudiantes mostraron oposición, la sociedad de maestros e incluso los padres mostraron resistencia. Pero el rector continuó con su plan. Durante años se aplicó rigurosamente el Plan Chicago, los estudiantes comenzaron a reflexionar, a pensar más a fondo, la atmósfera de la universidad cambió. Por alguna razón los estudiantes resultaban más dedicados a su trabajo, más enfocados a la excelencia, más sumergidos en el estudio y en el debate. Con el paso de los años los resultados se hicieron cada vez más evidentes. Fue allí cuando esta universidad se comenzó a convertir en una de las más prestigiosas del mundo. De entre estos estudiantes e incluso docentes a los cuáles fue impuesto el Plan de Chicago, 82 personas recibieron el Premio Nóbel en algún área. Este es uno de los mejores ejemplos de cómo la lectura puede desarrollar la capacidad de pensamiento.

¿Osea que la gente no recibe “Premios Nóbeles” simplemente por ser “Judíos”?
Hay una teoría conspirativa de que cuándo los Premios Nóbeles no vienen de la Universidad de Chicago ni de Suiza entonces deben ser judíos. La conspiración parece tener consistencia por el hecho de que los judíos son sólamente el 0,2% de la población mundial sin embargo son poco más del 20% de los galardonados, especialmente en áreas científicas o académicas ¿Que simple no?,
Cada vez que dicen que la mayoría de los Premios Nobeles son judíos le dan demasiada importancia a la raza y no a la preparación, ignoran un hecho fundamental, los niños judíos tienen más tendencia al estudio por que desde niños son aplicados rigurosos a la lectura, desde la infancia deben – no sólo leer – memorizar los primeros 5 libros de Moisés (Pentatéuco – Torah) hasta los 13 años para oficialmente convertirse en adultos y poder tomar decisiones responsables. ¿Se imagina usted memorizando el primer capítulo de Números o Levítico?, ¿como pueden memorizar todos los 5 libros?, se llama disciplina, constancia y orden.

Desde muy temprana edad son inculcados a memorizar estos 5 libros, antiguamente, cuando eran aún bebés, el padre judío abría el libro de la Ley de Moisés y mojaba una página con un poco de miel y de leche y le da a probar al bebé, esta era una tradición del “Rosh Hashaná” que simbolizaba que la Ley de Dios es dulce, el niño crece con la idea de que la lectura es agradable y de que el estudio le hará hombre dentro de su comunidad, le hará sentir orgullo a los padres, en fin, la lectura le hará importante.
¿Quieres formar en tus hijos una sorprendente capacidad de retención y reflexión? PÓNLES A LEER. “Leaders are readers” dice la vieja máxima de liderazgo de John Maxwell. Hoy en día, donde todo se trata de videos cortos – virales y contenido multimedia en los smartphones, quiero invitarte a que – como parte de pulir tu Vida Diamante – utilices estas herramientas fantásticas del capitalismo para leer buenos libros, clásicos, que eduques a tus hijos en el fascinante arte de leer, pero no sólo leer sino meditar y reflexionar sobre lo que se lee, por que les desarrollará el intelecto y les convertirá en seres humanos más preparados e integrales para un mundo cada vez menos preparado y sin integridad.
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