Vida Diamante

Un sinfín de seminarios, videos, libros, debates y conferencias han tratado de ser el clavo final en el ataúd de la posmodernidad, la teoría del pensamiento crítico, el relativismo moral, el aborto, el islám, el socialismo, el materialismo secular, etc., y ninguno ha tenido éxito. La razón por la que la derecha no es capaz de consolidar seguidores pese a ganar los debates en el campo académico, científico o en la «batalla de las ideas» es muy sencilla, se debe a que no podemos ganar argumentos contra la interseccionalidad, sin importar cuan buenos sean nuestros argumentos, la interseccionalidad argumentativa es irrefutable. Para ilustrarlo veamos dos declaraciones que contienen una misma afirmación:

1) «El cielo es azul«.

2) «La luz del sol está compuesta de todos los diferentes colores de luz. La fotosfera de nuestro Sol es tan caliente, a casi 6,000 K, que emite un amplio espectro de luz, que pueden vislumbrar diferentes colores, desde el ultravioleta (a las energías más altas y hacia lo visible), desde violeta hasta rojo, y luego más profundamente encontramos la porción infrarroja del espectro. La luz de energía más alta también es la luz de longitud de onda más corta (y de alta frecuencia), mientras que la luz de energía más baja tiene longitudes de onda más largas (y frecuencias bajas) que sus contrapartes de alta energía. Esto podemoa verlo cuando vemos un prisma dividiendo la luz solar en sus componentes individuales, igualmente la luz se divide de esta forma al llegar a la tierra y podemos ver el color azul es por el hecho de que la luz roja tiene una longitud de onda más larga que la luz azul. De modo que la luz del sol llega a la atmósfera de la Tierra y se dispersa en todas las direcciones por todos los gases y partículas en el aire. La luz azul se dispersa más que los otros colores porque viaja como ondas más cortas y más pequeñas. Es por eso que vemos un cielo de color azúl la mayor parte del tiempo.«

Ambas declaraciones son iguales, afirman la misma teoría e incluyen el mismo reclamo. Una es más simple y la otra es más rimbombante. La primera es una declaración con propiedades fácilmente observables y una relación de «demostrabilidad – desprobabilidad» disponibles de inmediato. Permite una discusión y debates muy específicos, y – aunque improbable – un consenso total sobre este punto permitirá una mayor investigación sobre los factores detrás de él. El segundo todavía se puede discutir, pero hay tanto contexto, elementos diversos y referencias que para argumentarlo uno debe aceptar o rechazar sistemáticamente muchas afirmaciones y arriesgarse a parecer ignorante en cada una de ellas.

El argumento, en este caso, no se ve fortalecido por la lógica, sino por el volumen. La mayoría de las afirmaciones que hace la segunda declaración, las aceptamos por fe. La mayoría de las personas nunca ha trabajado en un laboratorio, nadie ha visto jamás una molécula. La mayoría nunca ha experimentado con gases atmosféricos ni lo hará en su vida. La mayoría nunca ha profundizado en la teoría de la luz, y solo tiene una comprensión genérica de la relación de la longitud de onda y otras propiedades relacionadas con la luz y el color. Afortunadamente, todos podemos estar de acuerdo en que la propuesta en cuestión es cierta.


Ahora, cambiemos un poco los hechos y presentemos dos declaraciones más:

1) «El cielo es rojo«.

2) “El cielo es rojo porque la atmósfera está llena de quintillones de organismos microscópicos que crecen y se multiplican todas las noches, y luego durante el día, la luz solar mata lentamente a la mayoría de ellos y comienzan a emitir un resplandor rojizo fluorescente. Este color rojo es evidente para la mayoría de los animales, con la excepción de los humanos, cuyos ojos no tienen receptor para la longitud de onda exacta del rojo emitido, por lo que nuestros cerebros interpretan este color no identificable como azul, excepto en los momentos en que inhalamos pequeñas cantidades de ozono , lo que nos permite ver rojo en el cielo de vez en cuando. Y esto también está fuertemente respaldado por mi experiencia: personalmente he visto rojo en el cielo y no me refiero solamente a los atardeceres playeros, así que si crees que el cielo es azul, estás invalidando mi experiencia y cuestionando mi realidad, y eso te convierte en un ser humano horrible, insensible a mis sentimientos y que no es digno de hablar en una sociedad civilizada. »


Como antes, la primera declaración es una declaración única que puede ser probada o refutada usando cualquier cantidad de mediciones objetivas. Está abierta a juicio y un consenso puede resultar más improbable que en la segunda. Pero la segunda declaración se vuelve casi que impermeable al ataque y al debate, una vez más por volumen. Para argumentar que el cielo no es rojo, debes negar la existencia de estos microbios, el efecto de la luz solar en algunos microorganismos similares, ejemplos claramente observables de bioluminiscencia en otras partes de la naturaleza, así como cuestionar descaradamente los sentimientos y la experiencia vivida de alguien. Y por si no lo sabes, todo el tiempo que estás trabajando en formar tu contra-argumento te funciona en contra, porque al tomar la posición contraria y trabajar para refutar los diversos reclamos de este argumento, estás consolidando el reclamo final: que eres un ser humano horroroso e insensible.

Cualquier oponente que comience en la posición defensiva debe o bien ser un gran conocedor de diversos temas o producir grandes cantidades de investigación y experiencia para corroborar todas las afirmaciones a refutar, ya que la afirmación original, aunque completamente ridícula, es extremadamente coherente: existe dentro de su propio marco mitológico consolidado y blindado, por lo que supone un desafío, cualquier punto está entretejido con el aspecto emocional e ideológico, y todo lo aguanta por igual.


Este es el propósito final de la interseccionalidad. Y es por eso que los argumentos de «derecha» en su contra fracasan. No porque estén realmente equivocados, sino porque atacan sólo una pequeña pieza de un gran entramado de la mitología posmoderna por vez, mitología que no hemos podido entender y combatir de manera efectiva cuando estaba en sus etapas más incipientes y manejables. Ahora dicha mitología es madura, sólida y se ha convertido en una religión que exige lealtad incuestionable y sacrificio inquebrantable.


No deberíamos intentar ganar argumentos contra la interseccionalidad sencillamente por que – más que ilógico – es que no tenemos respuesta para este fenómeno, se trata de una HIDRA: Por cada cabeza que cortas, dos más toman su lugar. Cada parte del entramado tiene sentido para los adherentes, no por un hecho o flujo lógico corroborado externamente, sino por la naturaleza autorreferenciada de sus afirmaciones. Está diseñado para ser insular, arrojar ataques y, en última instancia, definir a todos los que se oponen a él como herejes y enemigos de la humanidad o del bien común.

Ahora intentemos dos declaraciones finales:

1) «La muerte de George Floyd fue inmoral y criminal, y sus asesinos deberían enfrentar la justicia«.

2) «La muerte de George Floyd fue inmoral y criminal, y fue el resultado inevitable del racismo sistémico en la aplicación de la ley, que en sí misma es una expresión de racismo rampante en la sociedad estadounidense más amplia, y eso se debe al histórico privilegio blanco de larga data que se muestra en todo, desde la desigualdad económica hasta la esperanza de vida . Además, tanto yo mismo como personas que conozco hemos experimentado esto personalmente, así que si intentas decirme que no se debe al racismo sistémico, estás invalidando mis experiencias personales y mis sentimientos, eso significa que probablemente también seas racista e inmoral.»


Los estadounidenses han estado involucrados en este debate últimamente, con un bombardeo masivo de los medios, los conservadores se sienten frustrados porque los hechos y las cifras rebotan en la multitud desaforada del movimiento de «la justicia social». Quienes no han caído en este juego es por que no solo están desafiando una narrativa mediática basada en una suposición errónea sino que están cuestionando una visión total del mundo, una cosmovisión completa y cerrada, al mismo tiempo que están dejando a la izquierda sin un marco de referencia para entender el mundo. Y cuando desafías la visión del mundo más íntima de alguien, no solo cuestionas su comprensión de la política, la religión, la filosofía o los acontecimientos actuales, sino que desafías su identidad, su carácter, sus prioridades y su moralidad, desafías su ser.

LA ÚNICA MANERA DE GANAR ES NO JUGAR:

No puedes usar argumentos racionales para ganarle a una persona irracional. Los adeptos a la izquierda internacional – quizá de manera inconsciente – no están dispuestos a conceder ninguna pieza del dogma interseccional, porque (al igual que en otras religiones) reconocer la equivocación de una sola pieza del canon significa dejar todo el resto vulnerable al ataque. Entonces, para defenderse de eso, construirán más y más contexto, tejerán más y más mitología alrededor de la premisa bajo ataque, dejándolo con tiempo, energía o información insuficientes para desmantelarlo todo, dejando intacta su propia versión de la Sagradas Escrituras. No aceptemos la posición negativa, al contrario defendamos una posición positiva y constructiva. Repito lo que dije al inicio de esta entrada: Un sinfín de seminarios, videos, libros, debates y conferencias han tratado de ser el clavo final en el ataúd de la posmodernidad, la teoría crítica, el relativismo moral, el aborto, el socialismo, el materialismo secular, etc., y ninguno ha tenido éxito, porque estos individuos están convencidos de una visión del mundo en la que pueden reunir – o incluso fabricar fácilmente – hechos suficientes en apoyo de ellos.

No te veas obligado a participar en el plan de juego de la izquierda, no dejes que otros dirijan tu argumento, especialmente cuando no son capaces de dirigir sus propias vidas con pensamiento crítico.

Ante todas estas circunstancias:
+ Afirma la verdad.
+ Acentúa la verdad.
+ Defiende la verdad.
+ Obliga al otro lado a jugar a la defensa y deja de disculparte, clasificarte, debilitarte y negar tus propias posiciones.

Cada vez que comienzas una publicación con «No soy racista, pero …» ya has perdido tu argumento y tu audiencia, y el mejor resultado que puedes esperar, sin importar qué punto estés haciendo, es establecer o socavar , esa línea de base. Lo mismo para «No soy derechista / sexista / homofóbico / un negador de la ciencia / crítico / partidista, PERO …» Cuando la verdad está en juego, deja que la verdad luche por sí misma, ella en sí misma es substancialmente suficiente, a la verdad no le importan cuántos crean en ella, no permitas que tus ganas de recibir likes o tu autoimagen desafíe su espada de doble filo.

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Política

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2 Responses

  1. Yo siempre he comparado a la derecha y a la izquierda con dos puestos de frutas; en el que hay un puesto que tiene las frutas podridas o semipodridas pero que vende el doble, y un segundo puesto con las frutas recién cogidas y lustrosas pero que se vende menos. En el primer caso, que sería el de la izquierda, vende más porque el vendedor es mejor pregonando, pero en el segundo caso, el de la derecha, vende menos porque el vendedor no vale un duro.

    Todo se resume a la comunicación, en lo que llevamos de democracia (si es que se le puede llamar así) la derecha siempre ha sido un desastre comunicando, sin embargo la izquierda ha tenido siempre un repertorio bastante amplio de propaganda, eslóganes, etc…

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  1. Muchas Gracias. Dios bendiga al Pastor MacArthur y a todos los que ponen a disposicion estos recursos valiosos

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