Vida Diamante

El que es fiel en lo muy poco, es fiel también en lo mucho; y el que es injusto en lo muy poco, también es injusto en lo mucho.” – Lucas 16:10-12

Yo no soy un especialista en finanzas ni algún gurú sobre dinero. Pero algo sé sobre inflación. No sólo soy venezolano sino que hice vida y negocios en la Venezuela de la hiper-inflación.

Así que quizá puedo saber una o dos cosas sobre como administrarse y “ser fiel en lo poco” cuando tu moneda no vale nada.

Ahora que varios países de América Latina comienzan un proceso inflacionario es importante hacerse dos preguntas; ¿Que hará la iglesia del Señor para glorificarle en medio de la crisis? y ¿Que dice la Biblia con respecto a esto?

Jesús enseñó sobre el diezmo (Mateo 23:23, Lucas 22:44 y 20:25), sin embargo al momento de diezmar en una economía inflacionaria es importante que tenga en cuenta algunas cosas.

El diezmar/ofrendar no es obligatorio, sin embargo la inflación no es una excusa para no hacerlo, pero si el dinero, fruto de su trabajo, lo cobró en dólares o en una divisa más sólida (no su moneda local), debería diezmar/ofrendar en dicha moneda.

Muchas personas que viven en economías inflacionarias ganan en dólares pero al momento de contribuir con la obra de Dios lo hacen en su moneda local, si Dios le permitió una entrada de dinero en una moneda más sólida que su moneda local es incoherente que haga sus contribuciones en una moneda que pierde su valor. Eso demuestra en dónde está su corazón.

También la Biblia habla sobre el deber de prestar dinero sin interés a los hermanos (Mateo 5:42, Lucas 6:35), si presta dinero a un cristiano no debería cobrarle interés pero si debería establecer un patrón de cambio para el momento en que la devolución de dicho dinero sea efectiva.

Por ejemplo, si presta X cantidad de pesos hoy, para que sean devueltos en el plazo de de un mes, es preferible llevar al cambio en dólares, y que dentro de un mes el dinero que le devuelvan sea el mismo equivalente en dólares del que prestó.

Igual siga la regla bíblica de no cobrar interés a un hermano, pero no debe perjudicar la provisión suya ni la de su familia, recuerde siempre que ser un mal administrador de su hogar es negar la fe (1 Timoteo 5:8).

También debe considerar que lo consejos bíblicos de ahorrar (Proverbios 6:6-11), calcular costos iniciales (Lucas 14:28-30) o apartar dinero para el primer día de la semana (1 Corintios 16:2) cambian un poco también. Pues debe pensar a futuro cuál será el verdadero valor del dinero en el tiempo.

Es importante mencionar que en inflación hay un empobrecimiento general de la economía individual de los ciudadanos, por lo que el mandato del Señor de “ganar amigos por medio de las riquezas injustas” es mucho más sencillo de cumplir, esto quiere decir que a mayor necesidad mayores oportunidades para ayudar. Medite en ello.

Sabiendo que su dinero será consumido por la inflación es prudente comprar oro, criptomonedas o bienes no perecederos de fácil intercambio (como relojes, laptops, guitarras eléctricas, ropa de marca) bienes que no se deprecien y que pueda vender fácilmente después.

Esa es otra forma de ahorrar, apartar y calcular costes en inflación también. Los bienes no perecederos se convierten en una suerte de “activos de renta fija“, no le harán ganar más dinero pero protegerá el que ya ganó.

También recuerde que trabajar duro y con excelencia para la gloria de Dios sigue siendo el camino cristiano, es posible que con la inflación le parezca que su trabajo no vale nada, quizá pueda sucumbir a la tentación de buscar subsidios / ayudas del gobierno pero Dios no bendice la flojera, al contrario la pereza solamente trae miseria (Prov 13:4).

La inflación es una buena época para recordar que no necesita comprar todo lo que le pase por la cabeza, que puede vivir con menos, que en Cristo ya tiene todo lo que necesita y así practicar las virtudes cristianas del auto-control y el contentamiento (1 Timoteo 6:8).

Lo más inteligente es que no dependa de su empleo, busqué oportunidades donde pueda comerciar y ore por entradas de dinero en divisas, todos pierden con la inflación – recesión, pero el comerciante inteligente siempre tendrá trabajo.

Por último – pero no menos importante – la inflación es siempre resultado de una mala política monetaria por parte de un gobierno con excesivo gasto público. Por ello no deje de leer mi entrada sobre si los cristianos deben someterse o no a gobiernos tiranicos y empobrecedores.

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Finanzas,Teología

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