A sus 44 años Sam Walton abrió su primera tienda por departamentos en su pequeña ciudad natal (Bentonville Arkansas) el 2 de julio de 1962.
Tras una larga serie de fracasos con distintas tiendas y tras haber recibido suficientes NO finalmente Walmart abrió sus puertas y su formula de bajos precios y calidad en atención al cliente sería su trampolín al éxito. Una inspiradora historia de emprendimiento.
Hoy es la segunda minorista más grande del mundo (después de Amazon), un sitio de referencia para la gran mayoría de los estadounidenses y una de las compañías con mayor valor de mercado en ese país.
Sam Walton no venía de una familia adinerada. Desde sus humildes comienzos, se levantó y fundó su imperio. Asistió a la Universidad de Missouri en Columbia y se graduó en 1940 con una licenciatura en economía. Descubrió su pasión por el comercio al por menor cuándo obtuvo un empleo en JC Penney como aspirante a gerente.
Además de ser el fundador de Walmart, Walton fundó también el famoso Sam’s Club. Se desempeñó como Capitán en el Cuerpo de Inteligencia del Ejército de 1942 a 1945. Fue miembro activo del Rotary Club. Sirvió durante años como profesor en la escuelita dominical de la 1st Presbyterian Church de Bentonville. Hablaba constantemente de emular a Cristo en el servicio a los clientes. Se casó con su esposa Helen en 1943 y tuvieron cuatro hijos durante sus 49 años juntos.

Aquí algunos consejos de oro del fundador de Walmart
Supera las expectativas del cliente:
“Supere las expectativas de sus clientes. Si lo hace, ellos volverán siempre. Deles lo que quieren y un poco más. Haga que sientan que usted los aprecia. Trate de aprovecharse de todos sus errores y no presente justificaciones. Pida disculpas. Asuma todo lo que hace. Recuerde que las dos palabras más importantes para que el cliente vuelva son: “Satisfacción garantizada”
El cliente es el jefe:
” Hay un solo jefe: el cliente. Y el puede echar a todos, desde el presidente de la empresa para abajo, simplemente yendo a gastar su dinero en otro lado.”
Valora y aprecia tus empleados:
“Agradezca todo lo que sus asociados hacen por el negocio. Nada más puede sustituir por completo a unas pocas palabras de elogio bien escogidas, oportunas y sinceras. Son absolutamente gratis y valen una fortuna.”
“Si quiere un negocio exitoso, su gente debe sentir que está trabajando para ellos mismos, no que están trabajando para usted.”
Sobre el trato con los gerentes y socios del negocio:
“Mi papel ha sido elegir buenas personas y darles la máxima autoridad y responsabilidad”
“Comunique todo lo que pueda a sus socios. Cuanto más sepan, más entenderán. Cuanto más entiendan, más les importará. Una vez que les importa, no hay forma de detenerlos.”
” Escuche a todos en su empresa. Y descubra formas de hacerlos hablar. Para empujar la responsabilidad hacia abajo en su organización y forzar que las buenas ideas surjan dentro de ella, debe escuchar lo que sus asociados están tratando de decirle.”
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Una bella historia de vida 🙂