Los orígenes cristianos de un deporte popular
El Beisbol tal y cómo lo conocemos hoy evolucionó de un deporte que originalmente se creó en el seno de la Iglesia de Inglaterra, pero además de su conexión histórica con el cristianismo el béisbol esconde profundas enseñanzas teológicas.
En un libro de 1802 titulado The Sports and Pastimes of the People of England, el historiador y antiquista británico Joseph Strutt afirmó que los juegos que preceden al béisbol se remontan al siglo XIV, en particular, un juego inglés llamado stoolball. La primera referencia conocida al stoolball se encuentra en un poema del año 1330 escrito por el teólogo William Pagula, quien daba varias recomendaciones a los sacerdotes anglicanos, una de las recomendaciones era que prohibieran a los feligreses jugar stoolball en los cementerios, al parecer se había vuelto una práctica común.
El stoolball se desarrolló como un juego para los domingos, que se jugaba entre feligreses después de asistir a los servicios de la iglesia, el nombre viene de la palabra “Stool”, que traducido significa taburete o banquillo, por que posiblemente el objetivo final era un banquillo de la iglesia.
En el libro The Prehistories of Baseball de Seelochan Beharry se recoge un antiguo poema del siglo XVIII en dónde se hace una representación del stoolball, hombres y mujeres jugaban juntos – fue el primer deporte en dónde se tenga registro que las mujeres participaban – ellas se encargaban de atrapar las pelotas bateadas pero en lugar de guantes utilizaban sus delantales, y este libro (y otras referencias bibliográficas) asocian el juego especialmente con Navidad y con el Domingo de Pascua.
No se sabe quién creó las reglas del juego, pero el sacerdote Rev. William de St Croix (cuyo título eclesiástico era el “vicario de Glynde”) fue el primero en escribir un manual de reglas al respecto en 1867 en Sussex, Inglaterra.
En el stoolball, un jugador lanza la pelota a un objetivo mientras otro jugador defiende el objetivo. Originalmente, el objetivo se defendía con las manos desnudas. Eventualmente, se utilizó un bate. Por supuesto, el objetivo bien podría haber sido lo que fuera conveniente, un arbol, un letrero, incluso una lápida. Un libro del siglo XVII sobre juegos especifica un taburete o banquillo.
El Deporte Americano por excelencia
El juego permaneció como un entretenimiento de la Iglesia Inglesa hasta mediados del siglo 17, en dónde fue traído a lo que hoy conocemos como Estados Unidos por sus fundadores, los puritanos peregrinos.
William Bradford, quién se convertiría en el segundo gobernador de Massachusetts, nos lo describe así en un informe de principios del siglo 17. Bradford viajó a América a bordo de la embarcación privada Mayflower con un grupo de familias puritanas que buscaban libertad religiosa, una vez en tierra firme escribió con lujo de detalles cómo era la vida en el Nuevo Mundo, dichas memorias se recogen en su diario, que hoy es de acceso público.
Bradford señala que los peregrinos puritanos jugaban el juego para entretenerse. El día de Navidad de 1621 en la aldea pionera de Plymouth, señaló cómo encontró a los colonos ingleses: “… en las calles jugando abiertamente, algunos jugaban lanzamiento de barra, y otros jugaban stoolball “. El diario escrito a mano de Bradford se conserva en la Biblioteca Estatal de Boston.
Para el siglo 18 ya no hay menciones del Stoolball. Sin embargo, no mucho tiempo después encontramos referencia a sus sucesores como el cricket y el beisbol.
En 1816, el sacerdote de la iglesia de Watlington, Oxordshire, escribe en sus recomendaciones que las niñas hicieran ejercicio en el béisbol, mientras que los hombres y los niños jugasen al cricket. De hecho, el béisbol parece haber evolucionado directamente a partir del stoolball. Las referencias al juego posterior solo ocurren después de mediados de 1700, cuando el stoolball estaba en decadencia. Sin embargo, durante un tiempo, los dos juegos sobrevivieron uno al lado del otro.
En el libro Little Pretty Pocket Book de John Newbury (1744), se nos describe que en el beisbol se ve al bateador de la pelota corriendo entre varios ‘postes’ antes de volver a su poste original. Es una descripción bastante familiar al beisbol moderno y, sin embargo, la interpretación de Newbury del stoolball en el mismo libro es bastante similar. Es interesante resaltar que dicho libro se considera el primer libro escrito enteramente para niños, siendo Newbury el padre de la literatura infantil. Aunque este libro era británico también fue muy popular entre los niños de la colonia de Estados Unidos, o como se llamaba en aquel entonces “New England“.
El beisbol moderno tal y como lo conocemos lo inventa Andrew Cartwright en los Estados Unidos a mediados del Siglo 19 y después adquiere su gran popularidad, después de la Guerra Federal estadounidense los primeros equipos de béisbol estaban asociados con iglesias y escuelas religiosas, y algunos jugadores y entrenadores (coach) prominentes eran líderes religiosos. El Knickerbocker Baseball Club, uno de los primeros equipos de béisbol organizados, fue fundado por un grupo de jóvenes que eran miembros de la Iglesia Reformada Holandesa en la ciudad de Nueva York. Los Atléticos de Filadelfia, otro de los primeros grandes equipos constituidos, fue patrocinado por el Club Atlético de la Iglesia Episcopal de Filadelfia.
Abundaron jugadores y entrenadores populares de béisbol que eran líderes religiosos, entre ellos Amos Alonzo Stagg, quien fue entrenador de fútbol americano y béisbol en la Universidad de Chicago y también fue ordenado como ministro presbiteriano, y Branch Rickey, quien fue un famoso ejecutivo de béisbol que también era un devoto cristiano metodista.
El más reconocido posiblemente fue Babe Ruth, el bateador estrella de los Yankees. La fe cristiana de Babe Ruth fue uno de los pilares de su carrera. Para saber más sobre el carácter y la fe cristiana de Babe Ruth les recomiendo este artículo.
Uno de los jugadores más famosos fue Billy Sunday, un jugador de béisbol profesional que se retiró del deporte en 1891 para convertirse en predicador evangélico. Sunday utilizó su fama y su experiencia en el béisbol para atraer a grandes multitudes a sus servicios religiosos, y se convirtió en uno de los predicadores más influyentes de su época. Billy Sunday sería el primer evangelista que escucharía Billy Graham, quién eventualmente se convirtió en el evangelista más importante del mundo, curiosamente Graham escogió los estadios de beisbol como el sitio predilecto para predicar en sus grandes cruzadas por todos los estados del país.
La Teología del Juego
Hay algo profundo y hermoso en que el juego se centre en la dinámica de que todos los jugadores tratan de llegar a “HOME” o casa sin que el equipo enemigo les saque del camino, todo en el juego se basa en tratar de llegar a casa sin salirse “OUT”, llegar al destino final – que paradójicamente es el sitio de donde salimos – la casa. Para los cristianos la vida es un peregrinaje cuya meta final es no salirse del juego para ser recompensados al llegar a Dios, el sitio de dónde salimos.
También el béisbol es un juego que se basa en medir cosas en contra de estándares imposibles de alcanzar, lo que refleja la dificultad humana de intentar alcanzar la perfección. Los jugadores siempre están tratando de mejorar pues cada pequeña cosa puede afectar el juego. Lo interesante de esto es que nadie lo hace muy bien. Los mejores bateadores de clase mundial son aquellos que consiguen unos tres hits por cada diez intentos. Ese no es un porcentaje muy bueno para la mayoría de los trabajos. Pero si sacas tres de diez en béisbol, empiezas a ganar un salario de un millón de dólares. Y si lo haces por una década, te ponen en el Salón de la Fama de las Grandes Ligas en EEUU.
Nadie es muy bueno cuando se compara con el estándar de Jesús. Ese es un estándar difícil de alcanzar, especialmente con todo el mundo mirando. Todo el mundo se queda corto. “Todos estamos destituidos” dice el libro de Romanos. Nadie ha llegado ni siquiera a la mitad de la perfección en el transcurso de la temporada.
El apóstol Pablo resaltaba la importancia de vivir con el máximo estándar posible al mismo tiempo que notaba la incapacidad de alguien para acercarse a vivir a la altura que demanda La Ley de Moisés. Nadie podía ser perfecto, el mismo dice que batallaba con su propio cuerpo en este sentido.
El béisbol no encaja bien con la tendencia actual de las ligas deportivas de no llevar puntaje, donde se premia sólo la participación y donde el objetivo es que todos tengan éxito “porque siempre todos somos ganadores“. Tal noción violenta un juego que está estructuralmente comprometido con recordatorios constantes de los limites y la finitud de cada participante, el beisbol no deja lugar para tales fantasías utópicas y socialistoides.
Todo el que ha jugado béisbol se expone al fracaso, seguro y constante. Ningún jugador de beisbol puede confiar totalmente en sus propias habilidades para superar sus pruebas, ningún jugador de beisbol profesional puede sobrevivir sin la esperanza de que todo puede mejorar eventualmente para los próximos innings.
Sin embargo, también hay un lado del béisbol que se enfoca en la gracia, ya que cada jugador tiene la oportunidad de batear, sin importar sus habilidades, todos juegan con las mismas reglas y no hay un límite de tiempo en el juego, lo que significa que siempre hay una oportunidad para la redención. El juego siempre dará la oportunidad de cambiar el curso de las cosas hasta el final, a menos que llueva.
Y hay gracia en eso. Gracia significa que siempre tendrás otra oportunidad pese a que no fuiste bueno desde el comienzo. La Gracia no borrará totalmente tus errores, pero te dará la oportunidad de corregirlos. Si tenemos un score de .200, Dios alcanzará .850 para llenar los vacíos con creces. “El juego no termina hasta que el juego termina”. Pablo lo expresa así: “Por cuanto todos pecamos y estámos destituidos de la gloria de Dios, somos justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención que es en Cristo Jesús… Porque en su divina paciencia, Jesús había pasado por alto los pecados”.
Incluso el mismo apóstol cometió muchos errores en su vida. Era fariseo, el último enemigo de Jesús, el temido y odiado perseguidor de los primeros discípulos; Intentó destruir sistemáticamente a la iglesia aniquilando a sus miembros. Pero Jesús lo encontró, lo cambió y le dió una nueva vida, edificando una iglesia en la que el perdón de Cristo se ofrecía a todos, sin pruebas de membresía, sin líneas de nacimiento, raza o logros, una iglesia para personas que habían hecho errores, por ello escribe: “Por gracia sois salvos y no por obras”
El béisbol es similar a la vida cristiana en estos aspectos, ya que se basa en la búsqueda de la perfección, pero también tiene la capacidad de ofrecer gracia y redención a aquellos que han fallado. Todo esto ocurre mientras estamos tratando de regresar a “home” sin que el enemigo nos saque del juego.
Por último el beisbol hace énfasis en la cooperación y el trabajo en equipo, estos son los valores cristianos de la comunidad y la solidaridad. Además, el concepto de “jugar limpio”, la penalización por desobedecer las normas, la meritocracia y el énfasis en seguir las reglas son un reflejo de la ética cristiana.