Vida Diamante

En mi país, Venezuela, existen muchos dichos de la sabiduría popular. Cuándo estos proverbios coloquiales involucran lo divino, por lo general tienen una mala teología. Con excepción de uno: “Al que madruga Dios lo ayuda”

He podido escuchar casi todas las versiones de cuál es “el secreto de la oración“. La llave maestra, la clave de la plegaria contestada, la gente tiene una gran cantidad de fórmulas, hay libros e incluso teologos que se dedican a estudiar del tema.

Alguna vez yo mismo me consideré un experto en la oración; Cuán iluso fui. Muchos hermanos que se consideran oraciónologos creen tener todo lo necesario para presentarse delante del Secreto de Jehová.

Un puritano moderno te dirá “Sólo si estamos en santidad y no tenemos interferencia en el corazón con nuestros hermanos”, alguien que hace énfasis en la doxología te dirá “Primero tienes que adorarle, sólo te acercas a su trono con alabanzas”, un hermano pentecostal quizá dirá “Hay que cantarle varón, y que sea un cántico nuevo además en lenguas angelicales y profecía”.

Un hermano bautista me dijo: “debe ser de rodillas y con la frente tocando el suelo”, un pastor me susurró en un almuerzo su método infalible: “Tienes que orar la Biblia, ora los Salmos y las oraciones de la Biblia y usala siempre de referencia cuándo converses con El

Algunos hermanos de la vieja escuela dicen: “Hermanito, primero te humillas y pides perdón así es como te escucha, luego sigues los pasos del Padre Nuestro” y algúno de la nueva escuela podrá insistir con altanería: “Tienen que ser específicas y declararlas, decretarlas, exigirlas, reclamarlas a Papito como si ya hubiesen pasado ¡ahora, ahora, ahora!”

Los hermanos insisten en que todas estas formulas tienen algo más o menos de “bíblico” pero en realidad son sencillas de hacer, cualquier cristiano de cualquier clase puede recitar esas fórmulas en 5 minutos, así como cualquiera puede rezar un rosario y besar los pies de un ídolo de piedra. Es una forma muy práctica y banal de hacer algo profundo, misterioso y trascendente.

¿Por qué al Señor no le basta que de vez en cuando le digamos “Diosito ¡ayúdame!” y ya? Él lo sabe. Y si bien puede (y suele) responder oraciones frívolas y superficiales a veces por su amor y soberanía, he notado que El ama la oración con sacrificio. Antes de que pienses que me refiero a que hagas sangrar algún animal de pezuña hendida déjame explicarlo mejor.

Dios pide adoradores cuyas oraciones requieran de un sacrificio de morir a si mismos. Al igual que con todas las demás verdades del Evangelio, más que la forma y la estructura el problema está en el fondo. La oración correcta es un altar en dónde vienes a morir a ti mismo y a entregar tu corazón.

Esa clase de oración genuina y sacrificial no es muy común pero es valiosa como el oro. Diamante puro. Es incienso fragante delante del trono. Y aunque es dificil etiquetarla, puedo ver que consiste de 3 elementos importantes: Fe, clamor y persistencia.

Esas tres cosas involucran tantas, pero tantas cosas, que sería para mi totalmente imposible exponer cada una de ellas con detalle en esta publicación. Pero las resumí en esta frase: “El Dios de las Madrugadas”

Dios quiso dejarlo por escrito

No hay nada que la Biblia diga por casualidad o para rellenar páginas. Aprendí que prestar atención a los detalles es importante, y esto es regla: Si Dios intencionalmente lo deja escrito, entonces es importante para mi vida.

La gente usualmente piensa que la única noche dónde nuestro Señor madrugó fue la noche de su arresto en Getsemaní. Poco se habla de que Jesús iba muy temprano al templo (y muchos se levantaban para ir a escucharlo), o de que oraba de madrugada en solitario:

“Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar.” – Marcos 1:35

“Y todo el pueblo madrugaba para oírle en el templo.” – Lucas 21:38

Pero de madrugada se presentó otra vez en el Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y se puso a enseñarles.” – Juan 8:2

Interesantemente Jesús utilizó dos parábolas breves con respecto a orar en momentos inoporturnos para enseñar sobre la oración (Lucas 11:5-9 y 18:1-8).

Seguramente me dirás: “Pero hermano Leo, ¿Quién se levanta de madrugadas para buscar a Dios? Nosotros no debemos imitar a Cristo en cosas que tengan que ver con la epoca o cultura. Lo que debemos imitar es su carácter. Yo trabajo a las 7 am y necesito dormir, mi esposa me mata si, etc, etc, etc”

Esto es cierto, no quiere decir que por imitar a Jesús tengas que ir a las 4 am a tu Iglesia local vestido con túnica y sandalias. Esta no es una fórmula ni otra receta más. Sin embargo la lección de Jesús en las madrugadas ejemplifica perfectamente la clase de oraciones que agradan a Dios: Sacrificiales.

Podemos imitar a Cristo en la búsqueda permanente de la quietud en la conexión con el Señor en un tiempo apartado, sin distracciones y para El en el espirítu. Algo dificil en el mundo rápido de los horarios, las notificaciones del Instagram y las alarmas de despertador. Va contra nuestra carne, pero El está esperándonos. Allí en la madrugada con paciencia soláz.

No importa la circunstancia; Busquemosle Temprano

Reconocer que El vive en la eternidad, y que debemos búscarlo sin cesar, aún cuándo cuesta, y cuándo es más difícil para nuestra comodidad es madurar espiritualmente. Saber que no podemos iniciar ni emprender nada sin El, la clave del éxito, nuestra bendita esperanza.

Es posible rastrear varios de los grandes milagros en la Biblia a una oración que se hizo de madrugada, (puede que otras versiones digan “temprano en la mañana ” o “muy de mañana”); Pero más allá de la respuesta de Dios hay algunos pasajes fascinantes y muy especiales, no muy conocidos, pasajes que sugieren que orar de madrugada era una práctica que los hombres y mujeres de Dios de la Biblia solían realizar con persistencia:

  • 1 Samuel 1:19 “Se levantaron de madrugada y, después de adorar al Señor, volvieron a su casa en Ramá.”
  • Josué 6:15 ” El séptimo día se levantaron de madrugada y volvieron a marchar alrededor de la ciudad, solo que ese día lo hicieron siete veces.”
  • Génesis 19:27 “Y Abraham se levantó de madrugada, y fue al sitio donde había estado delante del SEÑOR.”
  • Éxodo 24:4 “Moisés escribió todas las palabras del Señor, se levantó de madrugada y edificó un altar al pie de la montaña y doce estelas por las doce tribus de Israel.”
  • Salmos 63: 1 “Tu eres mi Dios; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela.”
  • Salmos 119:147-148 “Me adelanto a la aurora y clamo por ayuda; en tus palabras he puesto mi esperanza. Mis ojos se adelantan a las vigilias nocturnas para meditar en tus promesas.”
  • Salmos 5:3 “Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos y quedo a la espera.”

¿Estás en una Madrugada?

El es Dios de Madrugadas por que debes buscarlo temprano y con fe, clamor y persistencia cuándo a tu carne más le cuesta (sacrificio). Pero además, lo es por que puede ser tu esperanza en las madrugadas de tu viaje. En las noches aciagas de tu vida, cuándo sientas que estás pasando por un momento de frío, soledad y oscuridad como la madrugada, siempre recuerda que Dios se deja encontrar de forma especial en la madrugadas.

Hay dos formas de vivir una madrugada difícil, la primera todos la conocemos: Nervios, ansiedad e insomnio. Envueltos en nuestros propios pensamientos. Hay otra manera mucho mejor.

En la cárcel, en la tumba de tu ser amado, desvelado por que mañana debes volver al trabajo dónde tu jefe te odia, sin poder dormir pensando en tuadicción, con insomnio por las deudas, allí en la Unidad de Cuidados Intensivos, al lado de tu ser querido que depende de un respirador. Allí en tu almohada llena de lágrimas. El quiere que sepas que allí puede ser encontrado también.

Ten en cuenta que “El que guarda a Israel nunca duerme”, pues todo el tiempo “recorre con sus ojos el mundo, buscando a quiénes le son fieles.” (2 Crón 16:9) aún en la penumbra.

Aunque tu experiencia puede variar, como parte del cuerpo de Cristo, compartimos una madrugada espiritual.

Puede que según tus circunstancias individuales tu estés o no estés en una madrugada personal, pero algo es seguro, como parte del cuerpo de Cristo estás en una madrugada colectiva. Ahora mismo, la Iglesia corporativa está viviendo una suerte de madrugada espiritual.

Pablo nos explica que la creación está en una suerte de trance como la madre que está por dar a luz. pero en medio de la noche esperamos impacientes y vigilantes el momento en que amanezca y el resplandor del sol lo cubra todo, esto es con respecto a la segunda venida de Cristo. “Así que no durmamos como los demás, sino mantengámonos sobrios y alerta.

Somos Gedeón orando en la noche con la impaciente certeza de que el vellón quedará seco pese al rocío de la madrugada. Somos las novias que sostienen las lámparas de aceite y sabemos que aunque la noche sea larga “Gozo viene por la mañana” y verémos a nuestro Amado. Somos los apóstoles en la cárcel, cantando toda la noche hasta que el ángel venga para liberarnos.

Pese a la oscuridad de la vida y la frialdad del mundo, el camino, la verdad y la vida volverán, y con El también la cálida luz inmarcesible, el amanecer de la mañana pronto nos librará de la oscuridad, resplandeciendo en todas las naciones y en todas las áreas de nuestras vidas, mientras tanto tengamos fe de que El Buen Pastor está con sus ovejas en todo momento, confía en el Dios de las Madrugadas.

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Teología

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  1. La madrugada es siempre lo anterior a un nuevo amanecer, a un NUEVO DÍA, en su infinito Amor, muestra una manera natural de ordenar, como logicamente, señalando el camino hacia Él… y para mí funciona perfectamente”al que madruga Dios le ayuda”

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