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El agua comenzó este lunes 07 de Diciembre a cotizar en el mercado de futuros del mercado de valores de materias primas o commodities, su precio fluctuará como lo hace el petróleo, el oro o el trigo, informó la CME Group (Chicago Mercantile Exchange).
Esto se debe a que en el estado de California hubo escasez de agua de irrigación y agua embotellada no solo por su inmensamente caluroso verano sino por múltiples incendios (lo cual incrementó no sólo la demanda poragua sino también incrementó la demanda de los tanques de oxigeno e inhaladores de asma).
De modo que los comerciantes subían su precio del agua, lo cual es común y es la mejor respuesta del mercado pues de lo contrario se acabarían de los estantes al mismo tiempo que los costos de producción no darían para resurtirla, pero la escasez llego finalmente a las embotelladoras, tanta demanda y tan poca oferta que decidieron hacer un mercado, ahora tu mismo puedes comprarle a tu broker futuros del precio del agua embotellada y especular con ellos, pero… ¿es moral esto?, y ¿está en riesgo el agua del planeta?
Si el agua tiene un precio y si ese precio lo determina el mercado debería poder tener su propio instrumento bursátil desde hace siglos, esta vaca sagrada o tabú de que el agua no puede comerciarse y que es una suerte de derecho humano es notablemente conocida pero primero debemos evaluar algunas cosas.
Primero hay que entender que es un futuro, un futuro es un producto derivado financiero basado en la especulación entre dos agentes del mercado (comprador y vendedor) que acuerdan vender y comprar un valor a cierto precio, hay futuros de divisas y de casi todo lo demás, el petróleo, las flores colombianas, la marihuana medicinal, incluso hay un mercado de perros chihuahua, todo lo que cotice a precio de mercado puede tener papeles de futuro.
Es importante entender que no es el agua liquida compuesta por “H2O” per se lo que está en cuestión, lo que realmente se cotizará será el valor de mercado resultado de la especulación sobre el futuro precio de la misma entre los que compran y los que venden.
Y estas son dos cosas muy diferentes, esto es algo que afecta más a las embotelladoras o a Coca-Cola que al grifo de su casa, realmente mucho menos tiene nada que ver con que el agua de la antártida escaseará o será envenenada etc.
De hecho, imagine por un momento que fuese el agua per se quien estaría en tela de cotización sería un verdadero fiasco, en primer lugar nadie es el dueño de algo que llueve en todo el mundo como para poder emitir futuros sobre ello, el mercado se está creando en torno a su valor para muchos oferentes y demandantes no en torno al elemento natural per se. ¿Quién podría adueñarse de algo de lo que está compuesto 3 cuartas partes del planeta en primer lugar para luego repartir acciones o bonos sobre ella?; ¿Recuerda usted que el agua es 3/4 partes del planeta y que llueve desde el cielo?, pensé que lo habíamos olvidado por un segundo.
De hecho, si no se tratáse del agua embotellada en California sino del “agua del planeta” sería una terrible inversión, siendo tan abundante su precio sería cercano a cero, y los papeles, futuros, acciones y bonos se desplomarían cada vez que una inundación o incluso una lluvia caiga sobre algún poblado y la gente comenzára a almacenar en agua en sus botellitas de plástico y tupperwares.
Poniéndote en sus zapatos
Bastiat decía que el buen economista toma en cuenta tanto lo que es evidente como lo que no “lo que se ve y lo que no se ve“, el mercado de agua en California lleva décadas existiendo. Agricultores o incluso ciudades compran agua a otros agricultores que no vayan a utilizar durante una temporada.
Digamos que eres un agricultor que necesita agua para su cosecha en un año de sequía, ¿Cómo obtienes agua?, Haces unas llamadas y consigues a un vendedor del otro lado del estado que te va a mandar su agua a través de un sistema de tuberías o de camiones cisternas, ¿Cuánto vas a pagar?
El precio del agua en ese momento nadie lo sabe, no hay una página web o un periódico que te señale el precio, se sabe hasta que se hace la llamada al momento de hacer la compra, es un problema para tu cosecha el no saber cuanto es el precio del agua, pero adicional a ello sumémosle que el precio ha venido subiendo vertiginósamente cada vez más.
Aquí es dónde entran los futuros de agua, contratos con precio de venta y precio fijo decidido entre oferentes y demandantes, así todos los compradores/vendedores sabrán por adelantado el precio del agua y podrán tomar MEJORES decisiones con sus recursos y tiempo.
Los humanos podemos especular hasta con el oxigeno, y si hay escasez de oxígeno dicha especulación salvaría la cadena de suministro de ese producto. Recuerde que la economía es la cosa mas humana que existe, es un indicio de que somos seres racionales y necesitamos alocalizar nuestros recursos para obtener la mayor ventaja posible, antes de echarle la culpa al desalmado mercado libre recuerde que hoy en día gracias al capitalismo hay oxigeno en latas y oxigeno en tanques para quienes lo necesiten.
El aire está disponible en la atmósfera para todas las personas y seres vivos, y por eso es gratis. Sin embargo, hay situaciones en las que tendremos que pagar por disponer de aire aire. Pensemos en los buzos que descienden al mar o los alpinistas que tienen que subir a una montaña a gran altitud. Se paga por el aire porque es un bien escaso, y por tanto compran tanques de oxígeno. Si un día en Australia hay grandes incendios, el aire se vuelve insalubre y hay una diversidad de 15 o 20 compañías de oxigeno que pueden comerciarlo en dicho país, ¿usted sabe que pasará?, el precio del oxigeno subirá y comenzará a fluctuar mediante los mecanismos naturales de competencia, lo cual es bueno y le explicaré por que.

Dejar que un producto se someta a la libertad de la “Oferta y la Demanda” es hacerlo inaccesible a los monopolios y accesible para todos
Esto lo viví en carne propia, durante el huracán Irma me encontraba en Florida, y los precios del agua comenzaron a subir precipitadamente, todo el mundo se quejaba: Yo les decía “¿Quieren que el agua escaseé?, eso sería peor“
En la Riqueza de las Naciones se nos habla por primera vez de “La Ley de la oferta y la demanda”, es posiblemente el principio económico más fundamental, nos dice que la escasez de algo (en este caso de agua embotellada) no puede existir cuando se permite que los precios se ajusten a los cambios libres en la oferta y la demanda. O, para decirlo de otra manera, la escasez SOLAMENTE surge cuando el mecanismo de precios está impedido, ya sea por ley o por costumbre.
La demanda del agua se ha disparado en California. Ya sea que este aumento en la demanda sea base en una sólida en la opinión de los ecologistas, de los que creen en el calentamiento global, sea una razón médica o simplemente sea una acción de “los Chinos que dominan al mundo”, lo importante para la economía es que esta demanda creciente es un hecho.
Si se permitiera que los precios se ajustaran, justo en este momento subirían y lo harían muy precipitadamente. Esto tendría dos efectos. Primero, reduciría la cantidad comprada. Aquellos que no estaban dispuestos a pagar el precio más alto por las botellas de agua no las obtendrían, mientras que aquellos que necesitaban el agua con más urgencia y podrían pagarlas (piensa en niños, ancianos, hospitales y gente diabética), las encontrarían fácilmente disponibles.
Los economistas describen a menudo este saludable efecto como un “racionamiento de mercado” debido a que los precios son más altos mientras ocurre el incidente del incremento extraordinario de la demanda. Significa que quienes deseen y necesiten con mayor urgencia el agua, las obtendrán, mientras que quienes las valoren menos no las recibirán.
Sin embargo, los precios más altos – cuándo son colocados así por el mercado – tienen un efecto saludable aún mayor en el lado de la oferta. Es mayor y de más largo plazo, porque los precios más altos inducen un aumento en la PRODUCCIÓN de agua. Los precios más altos le indican a las embotelladoras que obtendrán mayores beneficios al producir el agua. Esto significa que las fábricas pueden permitirse realizar turnos adicionales, contratar más camiones, abrir más plantas de saneamiento hidráulico, pagar más por los escasos suministros; hacer todo lo que sea necesario para fabricar más botellas para satisfacer la demanda adicional.
El resultado, si se permite que se ajusten los precios del mercado, es que mientras las cantidades demandadas se reducen temporalmente para satisfacer la oferta disponible, las cantidades ofertadas comienzan a aumentar radicalmente. El resultado es que hay más botellas disponibles y los precios finalmente caen estabilizándose con el tiempo. Con el tiempo, caerán casi al nivel “típico” o “normal” que precedió al brote de la ola de calor, pero con estantes llenos de agua. ¡No hay escasez!
Pero los que proponen que el agua sea regulada por el gobierno en lugar de por el mercado, en lugar de encontrar botellas de agua (temporalmente caras) disponibles para la venta, nos vamos a enfrentar a carteles de “No hay agua disponibles” en todas partes.
Adam Smith y la Teoría del Valor
Usted dirá que el agua “no cuesta nada producirla, debe ser muy sencillo sólo embotellarla“, si dice eso, usted ignora que el “precio natural” de un bien es diferente a su “utilidad marginal”, y para desglosar los siguientes conceptos permítame unos dos minutos más de su tiempo.
El agua siempre ha costado lo que el mercado quiere que cueste, y esto es algo que ha permitido suplirla para todo el que la necesite. El hecho de que por mucho tiempo gozamos de agua casi gratuita está magistralmente explicado por el Padre de la Economía Adam Smith en su ilustración de la paradoja del diamante, hay que decir que esto vino mucho antes de la teoría subjetiva del valor de la escuela austríaca de economía.
Imaginemos una situación ficticia. Llevas tres horas vagando por el desierto de Ica con un calor sofocante y estás muy sediento. De repente, te encuentras con una tienda que vende diamantes por un dólar y botellas de agua por cien dólares. ¿Qué comprarías en esa tienda? Posiblemente, aún pensando que el precio de los diamantes es una ganga, comprarías la botella de agua.
En ese momento la botella de agua te ha reportado la utilidad de cubrir una necesidad básica, la sed, que no te satisfarían CIEN diamantes, y por eso decides pagar cien dólares por una botella de agua que no un dólar por un diamante. Es por esto por lo que en muchas ocasiones los economistas se hacen esa pregunta, ¿por qué son más caros los diamantes que el agua si el agua es necesaria para sobrevivir, y los diamantes no? Adam Smith lo resumía de manera brillante:
” Nada es más útil que el agua; pero ésta no comprará nada; nada de valor puede ser intercambiado por ella. Un diamante, por el contrario, tiene escaso valor de uso; pero una gran cantidad de otros bienes pueden ser frecuentemente intercambiados por este.”
Al enfrentarse con el problema de qué valor debe atribuirse a un bien, Adam Smith resolvió que debía ser de acuerdo con el valor correspondiente al cometido o prioridad de menor interés que atendería si tuviera a su disposición una cantidad abundante de ese bien, que en economía llamamos utilidad marginal, y que decrece a medida que hacemos uso de ese bien.
Por ejemplo, si disponemos de cinco litros de agua, primero las usaremos para calmar nuestra sed, luego para asearnos, después para dar de beber a nuestro perro, para regar las plantas y por último para lavar nuestro carro, imaginando que hemos usado un litro para cada acción. Lavar el carro sería la acción que nos reportaría menor utilidad, y por tanto la que damos menor valor.
Sin embargo, es posible que solo podamos disponer de una unidad de diamante, que es más escaso en la naturaleza y más difícil de extraer, y cómo sólo tenemos una unidad lo utilizaremos para dar una gran sorpresa a nuestra pareja, o quien sabe, pedirle matrimonio.
En términos de utilidad, será más importante para nosotros regalar un trozo de piedra preciosa que lavar nuestro coche, y por tanto el valor que le damos al diamante es mucho mayor que a cinco litros de agua. Por tanto, el valor relativo de un bien respecto de otro depende del valor que le demos a la última unidad que dispongamos de cada uno de ellos.
De lo que va en verdad
Aunque la noticia comenzó una ola de rumores, críticas y opiniones conspiranoicas esta semana, realmente este índice del agua fue lanzado en octubre de 2018 por Nasdaq y Veles Water quienes se han asociado con WestWater Research, LLC, la firma de consultoría económica y financiera líder en comercio de agua.
El índice de Nasdaq conocido como “Veles California Water Index”, con el ticker NQH2O, se basa en un indicador de precios de los futuros del agua embotellada en California, cotizando en su lanzamiento cerca de unos 486 dólares por acre-pie (una medida de volumen utilizada normalmente en Estados Unidos equivalente a 1,233 metros cúbicos).
Inversores privados, el gobierno local, fondos de inversión, agricultores y empresas relacionadas al sector podrán negociar con este producto para cubrir sus riesgos ante el limitado acceso al recurso vital en épocas de sequías como la que vivió California este año.
California es el mercado de agua más grande de Estados Unidos. El valor y el volumen del agua comercializada en California es cuatro veces mayor que el de cualquier otro estado. Hasta la fecha, los participantes del mercado de futuros no habían tenido un producto viable para administrar el riesgo de precio asociado con la escasez de este recurso vital.
Con todo esto, la CME que se ubica en Chicago, espera que al introducir un contrato de futuros se establezca un indicador que rastrea el precio del agua embotellada en California, los participantes en este importante mercado podrán cubrir de manera eficiente su exposición a la escases. Bastante información interesante la puedes conseguir aquí https://www.nasdaq.com/solutions/nasdaq-veles-water-index Datos y precios históricos oficiales del índice aquí https://www.nasdaq.com/market…/index/nqh2o/historical
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