Vida Diamante

Abraham había demostrado falta de fe en las promesas de Dios. Esta incredulidad lo llevó a negar que Sara era su esposa en Egipto, se rió de manera burlona ante la promesa de convertirse en padre de naciones y, finalmente, cedió a la falta de fe al concebir a Ismael con la sierva de Sara. Tal vez se atormentaba con pensamientos como: ‘¿Será todo producto de mi imaginación? Esto es imposible, déjame en paz, Señor. ¿No ves que soy demasiado viejo?’

No fue sino hasta que Dios le invitó a soñar a Abraham que su fe se cimentó de verdad. Dios le dijo: ‘Sal de tu tienda y cuenta las estrellas, así será tu descendencia’.

Puedo imaginar a Abraham viendo por primera vez la visión de Dios a través de los ojos de Dios. Puedo imaginar a Abraham llorando en silencio, viendo maravillado cada estrella como la sonrisa de un bebé. A partir de ese día, su vida cambió radicalmente. Dios le había invitado a soñar, y Abraham descubrió al Dios de lo imposible, aquel que llama a las cosas que no son como si fueran y que resucita a los muertos.

Cuenta tus estrellas, ¡Son las promesas que Dios dejó en Su Palabra para ti!

Hace poco vi un reportaje dónde a los niños de Venezuela se les preguntaba cuáles eran sus mayores sueños y deseos. En mi país los niños no sueñan con ir a Disney, ser astronautas, campeones del mundo y superheroes.

Ellos sueñan con probar una manzana por primera vez, sueñan con comer carne, volver a ver a mamá o papá. Sueñan con tener una «televisión con cable»

La insatisfacción de sus necesidades más básicas no les permite pensar que pueden soñar en grande, su mente no puede ir más allá por que han sido victimas de grandes carencias desde que nacieron, resultado del sistema marxista que secuestró al país.

Yo como padre quisiera que ellos pudiesen ver más allá. Me entristece su capacidad tan limitada de soñar, pero los niños de Venezuela no son los únicos con este problema. Creo que ese problema lo tiene la gran mayoría de las personas hoy en día. Esto incluye a cristianos. Al igual que con Abraham, Dios necesita invitarnos a soñar en lo imposible.

Quizá soñabas con algo en lo que tienes un verdadero talento. Algo que se te hizo fácil desde la juventud. Creías que podrías ayudar a mucha gente, satisfacer sus necesidades o entretenerlos con ese don maravilloso.

Sin embargo, al pasar el tiempo aparecieron problemas de salud o problemas financieros. Grandes dificultades que te distrajeron. Tuviste una gran pérdida, un gran fracaso, un gran rechazo. Nadie cree en tu sueño, ni aún tu mismo.

Se hacía imposible. Tiraste la toalla. Ahora tu sueño es como un cuento de hadas que alguna vez creíste. Te diste cuenta que la vida real es dura. Quizá la pandemia te hizo alguién sin esperanza. Te volviste uno más del gran ejercito de gente triste, cargada y sufriente de nuestra generación.

Pero todavía, muy adentro de ti, ese deseo resuena. Te persigue. Aveces piensas que naciste para eso. No puedes desecharlo del todo. La razón de ello es que fue Dios mismo quién te dió ese sueño.

Babylon hará lo posible por minimizarte. Babylon no quiere que sueñes. Pero cuando fue Dios quien colocó un sueño ardiente en tu corazón es imposible que puedas vivir una vida tranquila sin alcanzarlo. Permanecerá de tu lado hasta que decidas activarlo con el poder de la fe.

El Rey de lo Imposible

En 1 Samuel 1, se relata cómo Ana, quien era estéril y afligida por su incapacidad para tener hijos, oró fervientemente a Dios. Finalmente, Dios escuchó su oración y le concedió un hijo llamado Samuel, quien se convirtió en un gran profeta.

En Génesis 30, Raquel, la esposa amada de Jacob, era estéril mientras su hermana Lea tenía hijos. Raquel oró fervientemente a Dios para que le diera un hijo, y finalmente Dios escuchó su oración y le concedió dos hijos, José y Benjamín.

En Jueces 13, se cuenta la historia de Manoa y su esposa, quienes eran estériles. Dios escuchó las frecuentes oraciones de Manoa y les prometió un hijo, quien resultó ser Sansón, un juez poderoso en Israel.

Vemos esto una y otra vez, es un patrón muy presente en las Escrituras. En Lucas 1 se narra cómo Zacarías y Elisabet, quienes eran ancianos y no podían tener hijos, fueron visitados por un ángel quien les anunció que Dios había escuchado sus oraciones y tendrían un hijo llamado Juan el Bautista.»Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.«

Uno de los ejemplos más destacados de un hombre que oró y Dios respondió su oración se encuentra en el caso de Jabes. Jabes es mencionado en el Antiguo Testamento, en 1 Crónicas 4:9-10 dice: «E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.»

En Génesis 16:7-13, se relata cómo el ángel del Señor encontró a Agar en el desierto y le habló. Agar no era parte del pueblo de Dios, sin embargo el ángel le aseguró que Dios escuchó su aflicción y le prometió una gran multiplicación de su descendencia. El ángel le dijo a Agar que diera a su hijo el nombre de Ismael, que significa «Dios escucha».

Hay al menos 5 pasajes en dónde explicitamente dice la Biblia que Dios cumple los sueños y anhelos:

  • » Que te conceda el deseo de tu corazón, y cumpla todos tus anhelos.» – Salmos 20:4
  • » Tú le has dado el deseo de su corazón, y no le has negado la petición de sus labios.» – Salmos 21:2
  • » Deleitate en Jehova, y El te dará las peticiones de tu corazón.» – Salmos 37:4
  • » Cumplirá el deseo de los que le temen, también escuchará su clamor y los salvará.» – Salmos 145:19
  • » Dios da a los justos lo que desean.» – Proverbios 10:24

¿Y por qué el Señor cumple los deseos de sus hijos e hijas? Les ama. Se complace en hacerlo. Se deleita en nosotros. Cada vez que tengas dudas quiero que vuelvas a leer estas líneas. Vuelve cada vez que quieras y refuerza esta verdad en tu espíritu: El se deleita en ti.

¡El se deleita en ti cantando!

¿Recuerdas cuándo te hablé del pasaje que habla del Dios feliz? Un pasaje similar y poco citado de la Biblia es el hermoso pasaje de Sofonías dónde dice que Dios se deleita en su pueblo y que canta por ellos. Es un hermoso ejemplo de cómo Dios se deleita en su pueblo con alegría. Aquí está el pasaje:

«Jehová está en medio de ti, poderoso, El salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.«

En este pasaje, se nos muestra el gozo y el deleite de Dios hacia su pueblo. A pesar del juicio por el pecado y los enemigos que han enfrentado, a pesar de sus errores, Dios promete apartar esos juicios y expulsar a los enemigos. Él se presenta como el Rey de Israel que está en medio de ellos. La presencia de Dios en medio de Su pueblo es motivo de regocijo y alegría no sólo para Israel sino para Dios mismo también.

De igual forma, el Salmo 32:7 dice: «Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; con cánticos de liberación me rodearás. Selah»

La descripción de Dios gozándose sobre su pueblo con amor y regocijándose con cánticos nos muestra su intenso deleite y amor por ellos. La Biblia nos presenta a un Dios que canta por que se regocija y se deleita en su pueblo y que desea que su pueblo experimente alegría y celebración en su presencia.

Isaías 62:4 dice: «Serás llamada Mi Deseo está en Ella, y tu tierra Habitada; porque Jehová se deleita en ti, y tu tierra será casada.» En este versículo, se expresa el gozo y el deleite de Dios en Su pueblo. A través de esta metáfora matrimonial, se destaca el amor y la bendición que Dios derrama sobre aquellos a quienes Él ha elegido. Dios se deleita en Su pueblo y desea bendecirlos con abundancia, transformando la desolación en una tierra habitada y deseada.

Salmos 149:4 dice: «Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo.» Este verso nos muestra que Dios encuentra placer y contentamiento en Su pueblo. Es una muestra de Su amor y cuidado hacia aquellos que confían en Él.

Todo lo que hace Dios en las Escrituras lo hace con dos grandes razones en mente: Su propia gloria y el beneficio de Su pueblo. Todo el que cree en Dios debe creer que el sabe recompensar a quienes le sirven. Dios se deleita en ayudar a Su pueblo y los dirige hacia lo que es provechoso para ellos. Isaías 48:17 dice: «Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña para tu beneficio.»

En Isaías 65:24 dice: «Antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.» En este versículo, Dios revela Su naturaleza de anticiparse a las necesidades y peticiones de Su pueblo. Él escucha y responde incluso antes de que clamemos a Él. Esto muestra que Dios se deleita en hacer el bien a Su pueblo y está dispuesto a intervenir en sus vidas de una manera amorosa y oportuna.

Jesús nos invita a soñar con El

Si bien Jesús nos llama a morir a nuestra carne y deseos malvados, también expresa que desea que soñemos y lo hagamos con Dios en la fórmula. Nos dice que tenemos un Padre bueno.

Jesús fue quién nos mostró esta faceta de Dios mucho más clara, los milagros que hizo por gente ciega, lisiada, leprosa o deshauciada. El Señor Jesús nos anima a pedirle a Dios lo que deseamos en su nombre para que nuestro gozo sea completo. Nos dice que si nosotros siendo malos damos pan y pescado a nuestros hijos cuándo lo piden, entonces Dios no nos dará cosas malas cuándo pedimos cosas buenas.

Una y otra vez Jesús nos anima a creer que recibiremos lo que pedimos en oración. Nos enseña a tener fe y confianza en Dios al presentar nuestras peticiones, confiando en que Él responderá. Jesús nos asegura que si pedimos, buscamos y llamamos a Dios con fe y en Su nombre, Él escuchará y responderá nuestras oraciones alineadas con Su voluntad, de acuerdo a Su sabiduría y para Su gloria.

En Mateo 7:7-8, Jesús dice: «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá».

En Mateo 18:19-20 dijo: «Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»

En Marcos 11:24: «Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.»

Mateo 21:22: «Y todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.»

Juan 14:13-14: «Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.»

Juan 15:7: «Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.»

Juan 16:24: «Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.»

No es el Evangelio de la Prosperidad. Es Favor Inmerecido.

La bondad que yo demuestro a mi pequeño hijo no se basa en sus propios méritos, sino en que yo lo amo. Si el expresa desear algo yo siempre buscare darselo. Con la única condición de que sea bueno para el y que no le haga daño ni a su futuro, ni a su corazón ni a nuestra relación. Yo siempre quiero lo mejor para el y cuido de mi hijo con detalle y bondad. Dios es aún mejor padre que yo.

Toda esta información que acabo de darte puede informarte o transformarte. Si estás aún en tus pecados no contarás con este inmenso y gran favor, por lo que primero debes resolver ese problema yendo a la Cruz. Si ya eres hijo/hija de Dios entonces eres parte de un pacto de amor escandaloso, eterno e incondicional, tienes la dignidad de un hijo y perteneces a una Eterna Fuerza Superior de inteligencia y poder, tu naturaleza esta intimamente ligada al hecho de que en esencia fuiste creado a su Imagen y Semejanza. Eres justo/a y «la oración del justo tiene mucho poder.«

Ya no estamos en el pacto de la condenación. Estamos en el pacto de la gracia. Dios quiere que nos acerquemos. Quiere escucharnos como un padre a un hijo. Quiere transformar lo imposible en posible en tu vida. Comenzar a creer el maravilloso sueño que Dios nos invita a soñar a cada uno individualmente es el comienzo de una vida de realización, de propósito, crecimiento y llena de inspiración.

¡No limites a Dios! Expande tu tienda y refuerza tus estacas. No seas escaso. Convierte tu vida en una maravillosa aventura. Lo posible puede ser hecho por todo el mundo, el desafío es probar que un hombre y su Dios son mayoría. Quien quiera que seas; Todo es posible para quien cree.

Hoy sentí la imperiosa necesidad de invitarte a que te enamores nuevamente, enamorate del sueño que Dios te regaló, abrázalo con todas tus fuerzas y ponlo en las manos de Dios, recuerda que El es especialista en cruzar desiertos, sacar espinos, abrir caminos, matar gigantes, retornar deportados, hacer polvo murallas, transformar una pesada cruz en un glorioso trono y te aseguro que te verás remontando a nuevas alturas, a niveles en donde nunca creíste llegar a estar.

Por nada estés afanoso. En la vida hay dificultades péro todas son más llevaderas con el Dios de lo imposible. Confía tus sueños y toda tu Vida Diamante en las manos inefables del Tallador de Diamantes. No sigas la desesperanza y la esclavitud de Babylon: La asesina de los sueños. Espero verte allí, donde no hay imposibles, donde las águilas vuelan. El Dios que cumple los deseos nos invitó a soñar con El. Nada es difícil para el. Grita un GRACIAS para el buen Rey,

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Teología

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  1. Muchas Gracias. Dios bendiga al Pastor MacArthur y a todos los que ponen a disposicion estos recursos valiosos

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